Cooperativismo y Desarrollo, enero-abril 2022; 10(1), 1-6

 

Editorial

Los actores locales en el proceso de gestión del desarrollo local en Cuba

 

Local actors in the process of local development management in Cuba

 

Os atores locais no processo de gestão do desenvolvimento local em Cuba

 

Raysa Capote Pérez1 0000-0003-0048-8395 rcapoteperez@gmail.com

1 Doctora en Ciencias Económicas. Profesora Titular de la Universidad de Pinar del Río "Hermanos Saíz Montes de Oca". Facultad de Ciencias Económicas. Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo. Pinar del Río, Cuba.


Para Torres Paez (2018), el desarrollo local es un "proceso de construcción social y cambio estructural que, desde un entorno innovador territorial, desarrolla capacidades locales para gestionar políticas públicas, estrategias, programas y proyectos orientados a aprovechar recursos endógenos y exógenos y a articular armónicamente intereses nacionales, sectoriales y territoriales, fomentando transformaciones económicas, sociales, naturales y político-institucionales en las localidades sobre bases sostenibles y con una activa y protagónica participación ciudadana, en función de elevar la calidad de vida de la población". Esta definición establece elementos esenciales en el proceso de gestión del desarrollo local como son:

Los elementos antes señalados permiten identificar, como una condición necesaria para incrementar el nivel de bienestar local, la existencia de sistemas productivos capaces de generar economías de escalas mediante la utilización de los recursos disponibles y la introducción de innovaciones, de manera que el desarrollo local a partir de la gestión pública local sea determinado por las formas de organización de la producción y la economía en el territorio. Estas formas se caracterizan por una red de actores que condicionan los procesos de cambio estructural, según las formas en que se desarrollen sus relaciones económicas, sociales, políticas, culturales y legales.

En el caso de Cuba, el desarrollo local ha pasado a constituir una política pública de importancia estratégica como complemento al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030, así como un eje central y articulador de las agendas públicas de los gobiernos a nivel municipal y provincial. A partir de esa lógica, que requiere de procesos de gobernanza multinivel, se aprecian avances en función de superar la visión asistencialista de etapas anteriores, apostar por una cultura del desarrollo y no de la subsistencia y adoptar decisiones estratégicas para la institucionalización de su (Díaz-Canel Bermúdez et al., 2020).

En este proceso será decisivo que los actores del territorio ("individuos, grupos o instituciones cuyo sistema de acción coincide con los límites de la sociedad local") mantengan un diálogo fluido, que les permita establecer consensos, generar una visión compartida del territorio y gestionar los recursos. Esta articulación entre los actores locales debe ser gestionada por la administración pública municipal, la que juega un papel decisivo como principal actor de carácter ejecutivo, que impulsa el desarrollo a esta escala.

Mayor importancia adquiere este tema teniendo en cuenta el estímulo actual a la formación de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas y Cooperativas no Agropecuarias, las cuales se integran al entramado productivo local como agentes dinamizadores de la economía local.

Una cuestión fundamental es, por lo tanto, instrumentar medidas adecuadas que estimulen la integración entre los actores, de manera que se trabaje coordinadamente en el logro de objetivos comunes, optimizando esfuerzos y recursos y logrando la escalada que se aspira a partir de la gestión del desarrollo.

En este proceso se involucran cuatro grupos fundamentales de actores: decisores, ejecutores, comunidad y facilitadores.

Estos son los grupos de actores que, a partir de su expresión coordinada en el contexto local, poseen la capacidad para generar, adoptar y difundir innovaciones que impulsen los procesos y materialicen las acciones que determinan el impacto de la gestión del desarrollo local en las comunidades.

Del vínculo que se establezcan entre ellos depende, en gran medida, el éxito del proceso de gestión y la puesta en valor de los recursos endógenos y exógenos, a partir de la ejecución de proyectos de desarrollo local. Se trata de un sistema o entramado de relaciones horizontales y verticales entre actores, que se expresa en la implementación de mecanismos de concertación para la articulación de intereses, la optimización de la gestión y la resolución de conflictos, etcétera. Este sistema de relaciones implica el protagonismo y liderazgo colectivo de la gestión gubernamental, para lograr las sinergias esperadas en función del cumplimiento de los objetivos.

Sobre los elementos planteados con anterioridad, se puede estar definiendo como bases para la gestión del desarrollo local, a partir de la gestión compartida entre todos los actores los siguientes:

Como resultado del funcionamiento de las redes actorales, cada proyecto que se genere en el ámbito local habrá de tener las necesidades, deseos, aspiraciones y expectativas de los actores como punto de partida y como guía fundamental a la hora de tomar cualquier tipo de decisión o de emprender cualquier acción. En este caso, las personas poseen un papel de mayor relevancia que el capital para la inversión que se haya podido aportar.

En los momentos actuales, la política de desarrollo local amplía el protagonismo y las acciones de la sociedad local y, sobre todo, de los agentes públicos. A partir de este estilo de gestión se establecen las bases para el desarrollo de una serie de valores como la solidaridad, la igualdad o la equidad y la democracia.

Con la apropiación de estos comportamientos como parte de una cultura de gestión, las personas se convierten en protagonistas de los cambios y responsables de la sostenibilidad del proceso de desarrollo. Se fortalece la gestión local del desarrollo, y se potencian y desenvuelven los valores culturales y sociales de la comunidad.

Derivado de lo anterior, se puede afirmar la capacidad que tienen los actores locales para acometer cualquier estrategia de desarrollo; sin embargo, la efectividad de estos procesos dependerá, en gran medida, de la disponibilidad de recursos financieros y materiales y de la posibilidad de acceder a ellos de manera oportuna, barreras que también podrán ser minimizadas en la medida en que se fortalezcan las relaciones interactorales.

A manera de conclusión, y resumiendo los aspectos tratados anteriormente, se visualiza la necesidad de lograr la articulación del entramado de actores locales, como elemento decisivo para el éxito del proceso de gestión del desarrollo local, de manera que posibilita la optimización de esfuerzos y recursos en función de elevar el bienestar ciudadano.

Así, la revista Cooperativismo y Desarrollo los invita a disfrutar de los resultados que, en materia de ciencia e innovación, se muestran en su edición actual, con el ánimo de que cada artículo despierte su motivación por encontrar soluciones a los problemas existentes a través de la aplicación de la ciencia y con el compromiso de volvernos a encontrar.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Díaz-Canel Bermúdez, M., Núñez Jover, J. & Torres Paez, C. C. (2020). "Ciencia e innovación como pilar de la gestión de gobierno: Un camino hacia los sistemas alimentarios locales". Cooperativismo y Desarrollo, 8(3), 367-387. https://coodes.upr.edu.cu/index.php/coodes/article/view/372

Torres Paez, C. C., Gómez Ceballos, G., González Pérez, M., Ares Fuego, E., Cardoso Carreño, R. & Flores Lóriga, J. (2018). "Modelo para la gestión de políticas territoriales de desarrollo local a escala municipal en Cuba". Anales de la Academia de Ciencias de Cuba, 8(1). http://www.revistaccuba.cu/index.php/revacc/article/view/405

 


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