ARTÍCULO ORIGINAL

Retos y perspectivas del cooperativismo, como real alternativa de desarrollo ante la globalización neoliberal

Challenges and perspectives of cooperative movement as a real development alternative in view of neoliberal globalization

Revista de Cooperativismo y Desarrollo
Año 2013, Volumen 1, número 1

Claudio Alberto Rivera Rodríguez

Dr.C Director del Centro de Estudios sobre Desarrollo Cooperativo y Comunitario. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca. Correo electrónico: relcoop@upr.edu.cu


RESUMEN

La experiencia de la teoría y práctica del cooperativismo a nivel internacional, como elemento esencial del llamado Sector Social o solidario de la economía, ha demostrado como el mismo ha contribuido significativamente a palear los grandes problemas de esta aldea global. América Latina y el Caribe no ha estado ajena a esta situación, por tal motivo, el presente trabajo tiene como propósito realizar algunas reflexiones acerca del proceso cooperativo que hoy se lleva a cabo en los países de la región, destacando sus principales retos y perspectivas ante la Globalización Neoliberal, en su noble aspiración de convertirse en una real alternativa de desarrollo económica y social.

Palabras clave: Cooperativismo; alternativa de desarrollo; globalización; retos.


ABSTRACT

The experience of the theory and practices of the cooperative movement at international level, as essential element of the so called social or solidarity sector of the economy, has demonstrated the way it has significantly contributed to shovel the big problems of this Global Village. Latin America and the Caribbean have not been unaware of this situation, for such a reason, the present work has as its purpose to reflect on the cooperative process being carried out today in the countries of the region, highlighting its main challenges and perspectives before the Neoliberal Globalization, in its noble aspiration of becoming a real economic and social development alternative.

Key words: Cooperative movement; development alternative; globalization; challenges.


 

INTRODUCCIÓN

Los avances científicos y tecnológicos logrados por la humanidad en los últimos años han sido sorprendentes y, en la actualidad cada vez nuevos avances nos dejan perplejos, hace unos años la televisión y el avión eran toda una novedad, hoy la informatización, las telecomunicaciones, los viajes al espacio son una realidad.

En verdad todo este proceso que maravilla a la humanidad, comenzó no hace muchos años, a mediados del siglo XVIII con la Revolución Industrial, la que no solo revolucionó la ciencia y la técnica si no que abrió un nuevo capítulo en las relaciones de producción al concentrarse y centralizarse hasta niveles no sospechados la producción y el capital dando paso al surgimiento de los monopolios, modificando así la vida de las personas.

Desdichadamente, los avances en el campo social no se han producido entonces con la misma rapidez que este progreso científico-técnico. A pesar del impetuoso desarrollo de las fuerzas productivas, gran parte de la humanidad no satisface sus necesidades básicas.

Por tanto, se puede llegar a la conclusión que el mundo contemporáneo le plantea al hombre del nuevo siglo un gran reto: solucionar la contradicción que se presenta entre la Socialización de la producción y el desarrollo de las fuerzas productivas, en los que ejercen una gran influencia las formas de propiedad sobre los medios de producción y las relaciones sociales de producción que determinan la actual e injusta distribución de la riqueza; problema este que se agrava cada día más en los llamados países del tercer mundo.

Hoy el panorama es más desolador, la crisis económica y financiera que golpea a la región se agrava cada día más, resultado de la conjugación de los procesos de globalización con la práctica de los modelos neoliberales, acentuando la injusta distribución de la riqueza.

En resumen: la globalización geoliberal ha tratado de convertir los servicios sociales en transacciones de mercado, los ciudadanos en consumidores y las necesidades inalienables en demanda efectiva. Es por esta razón, que la década de los 90 devino una década muy convulsa, pero a su vez con imperiosa necesidad de plantear alternativas de solución a la crisis global que nos afecta.

En este sentido, destacar que en este contexto y sobre todo a partir de los años 80 se presenta para los países latinoamericanos un nuevo sector de economía, una alternativa de desarrollo económica, productiva y social. La economía solidaria, social o del trabajo que surge en medio de una fuerte ofensiva neoliberal. Siendo sus componentes más importantes: «Las cooperativas», mutuales, fondos de empleados, etc. Corresponde entonces al cooperativismo a partir de nuestro criterio el lugar esencial siendo sin lugar a dudas, el movimiento socioeconómico más grande del mundo y que sobre todo humaniza al hombre.

El cooperativismo hoy se expande no solo en los países tercer mundistas si no que también se manifiesta en países desarrollados, estando presente en todas y cada una de las ramas de la economía, por supuesto acorde a las peculiaridades de cada país.

A partir de estos elementos el objetivo del presente trabajo se enmarca en realizar un análisis de los retos que enfrenta hoy el cooperativismo en su camino a convertirse en una rea alternativa de desarrollo económica, productiva y social de la región.

En el trabajo se analiza en primer lugar la realidad del proceso de cooperativización en la región, enfatizando en los retos asumidos por el movimiento cooperativo ante los efectos del proceso de globalización neoliberal, tratamiento este que se realiza desde una óptica Marxista Leninista.

Se utilizaron diferentes métodos y técnicas dentro de los que destacan, métodos teóricos.

Método dialéctico: se revelan las contradicciones presentasen la naturaleza y esencia cooperativa.

Método histórico: se aplicó con el objetivo de determinar la evolución y principales tendencias del desarrollo del cooperativismo latinoamericano, desde la posición de asumir los retos de la globalización.

Se utilizaron además diversos métodos empíricos y técnicas como la observación, las encuestas y entrevistas.

 

DESARROLLO

La Economía Social.

La economía solidaria, social o del trabajo que surge en medio de una fuerte ofensiva neoliberal, lo que se refuerza a inicios de los años 90.

Su esencia se sustenta en cinco principios fundamentales:

1. La solidaridad, la cooperación y la democracia como forma de vida y de convivencia humana, norma que debe cumplir toda persona y organización laboral y empresarial que hace parte del sector de la economía solidaria.

2. La supremacía del trabajo sobre el capital,

3. El trabajo asociado como base fundamental de la organización de la empresa, la producción y la economía,

4. La propiedad social de los medios de producción

5. La autogestión como forma superior de la participación de los trabajadores en la gestión de la empresa, la economía y en la conducción de la sociedad y el Estado,

Siendo sus componentes más importantes: «Las cooperativas», mutuales, fondos de empleados, etc.

Latinoamérica presenta una importante experiencia teórica y práctica de desarrollo del llamado sector solidario de la economía en general y del cooperativismo en particular, donde se revelan un grupo de importantes particularidades, que a su vez devienen retos a enfrentar en el nuevo milenio, estas son:

1- Pérdida de la naturaleza y esencia cooperativa.

2- Cooperativismo financiero de ahorro y crédito cuantitativamente fuerte y cualitativamente débil.

3- Cooperativismo agropecuario muy débil.

4- Cooperativismo en los servicios muy diversificado.

5- Deficiente estructura del cooperativismo.

6- Marco legal inadecuado y deterioro en las relaciones estado-cooperativas.

7- Deficiente proceso de educación.

8- Falta de integración.

1. Pérdida de la naturaleza y esencia de las cooperativas

A partir de la declaración de la Alianza Cooperativa Internacional sobre la identidad cooperativa, podríamos definir a las cooperativas como:

«Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se han unido en forma voluntaria para satisfacer en común sus necesidades y aspiraciones económicas sociales y culturales, mediante una empresa de propiedad conjunta y administración «democrática».

Por supuesto que esta interpretación de la naturaleza de las cooperativas debe ser flexible y amplia, con el objetivo de adecuarla a la realidad contemporánea. Ahora bien, las cooperativas deben sustentarse en valores de autoayuda, equidad y solidaridad, sin estos rasgos una organización no puede ser considerada cooperativa, de la misma manera que una empresa que se proponga como finalidad, como objetivo supremo la obtención de superganancias tampoco podrá ser considerada una cooperativa.

Un elemento de singular importancia en el análisis de la naturaleza de las cooperativas, es su dualidad como: empresa económica con elevada finalidad social. La mayoría de los estudiosos a fondo del cooperativismo llegan a la conclusión de que solamente las cooperativas abordan de manera muy sui géneris los dos aspectos antes señalados.

Por otro lado, se presentan aquellos que presentan puntos de vista divergentes; es decir, los que presentan a las cooperativas en su actuación como una empresa de carácter económico exclusivamente, sin ningún propósito social; en este caso y a partir de la opinión personal y al desvirtuar la esencia del cooperativismo, está se irá debilitando gradualmente y concluirá por desintegrarse.

Por otra parte, se presentan aquellos que consideran a las cooperativas en su actuación sólo como una organización cuya misión es única y exclusivamente social, por supuesto que en este segundo caso y aunque se nos presenta un objetivo noble, el fracaso sería inmediato al estar alejado de la práctica contemporánea empresarial.

Luego entonces se plantea la esencia del problema: «Lo que se necesita es una correcta armonía entre lo económico y lo social, entre lo práctico empresarial y lo ideológico cooperativo».

Es decir, que se está en presencia de una empresa que debe lograr ser eficiente, ser competitiva en el plano económico y también eficiente en el plano social, sólo así se logrará rescatar la verdadera naturaleza del cooperativismo.

Como se podrá recordar desde que se abre la época de las cooperativas modernas en Rochdale 1844, desde aquellas primeras experiencias se fijan los principios de la cooperación, sobre los cuales se ha venido trabajando para mejorar su formulación y más que para mejorar su formulación, nosotros diríamos para presentar un esquema, líneas de trabajo que permitan a las cooperativas poner en práctica sus valores y si bien (de forma lógica y objetiva) se puede pensar en su perfeccionamiento, no es menos cierto que hoy se cuenta con un sistema de principios bastante homogéneo y objetivo aprobado en Manchester. Sin embargo, la práctica cooperativa en la región nos demuestra constantemente que estos principios no se cumplen de forma individual, ni tampoco como sistema.

2. Cooperativismo financiero «cuantitativamente» fuerte y cualitativamente débil.

La experiencia Latinoamérica ha puesto en evidencia, que si bien el cooperativismo financiero, sobre todo de ahorro y crédito, se ha desarrollado enormemente; la práctica del mismo y la presencia de factores como el gigantismo, la pérdida de la naturaleza cooperativa, la escasa diversificación de sus servicios han condicionado que en la actualidad se haya desatado en un grupo de países como por ejemplo, Colombia y Costa Rica, una profunda crisis la cual, en el caso colombiano, aún no ha sido superado, poniendo en peligro al resto del movimiento cooperativo. A esto se une el estado actual de las relaciones Estado-cooperativa en este sector, que unido a la competencia de la banca privada, condicionan que el sector financiero cooperativo tenga ante sí grandes retos en el nuevo milenio.

3. Cooperativismo agropecuario muy débil.

La característica fundamental del cooperativismo agropecuario en los países de la región, excepto el caso cubano y algunas experiencias aisladas en países como Costa Rica, Brasil, Argentina, etc.; es definida como un cooperativismo de subsistencia, falto de integración agroindustrial, con un bajo nivel de socialización y con un escaso desarrollo de sus recursos humanos lo que las ubica en una posición muy difícil. Por tanto, una de las estrategias fundamentales del movimiento de estar dirigida a la consolidación y desarrollo de este sector.

4. Cooperativismo en los servicios muy diversificado.

El cooperativismo latinoamericano se caracteriza por tener una fuerte presencia en los servicios, generando fuentes de empleo y servicios a amplios sectores de la población. Sin embargo, los niveles de socialización presentes en las mismas son insuficientes para garantizar el sentido de pertenencia, siendo, además, su base social débil.

5. Deficiente estructura del cooperativismo.

El hecho de perfeccionar la estructura del cooperativismo no es sólo un hecho, es un reto que se les presenta a las cooperativas, si no una necesidad de la propia estructura del sistema.

Uno de los problemas que el cooperativismo debe atender es sin lugar a duda lo relacionado con el tamaño de las mismas; si bien el tamaño considerado de forma aislada no es un elemento distintivo, no es menos cierto que en una gran cooperativa es mas compleja su administración, por otro lado, previendo el futuro de las cooperativas en este aspecto y que indudablemente es su crecimiento; debe cuidarse que el gigantismo o en su lugar el crecimiento no destruya la naturaleza cooperativa.

Es decir, que las cooperativas no deben crecer solo con la finalidad de expandirse económicamente: lograr dominio del mercado, obtener mayor ganancia, etc., sino que como ya fue señalado, la cooperativa independiente de su tamaño debe dar prioridad a sus proyectos de desarrollo social y por supuesto que el tamaño (grande) no debe limitar en modo alguno los vínculos entre la cooperativa, sus socios y empleados.

Otros elementos a tener en cuenta en la estructura del cooperativismo son:

1. La adecuada relación entre los organismos de primer, segundo y tercer grado, en cuya relación se deberá potenciar el nivel de los organismos de primer grado, de los cuales NO se debe desplazar el centro del poder y el control.

2. El fortalecimiento de todos los eslabones u organizaciones que conforman el sistema sobre todo en lo que a democracia participativa se refiere y no concebir la democracia como una jerarquía de poderes drásticamente controlado.

Por último, enfatizar en los tipos de cooperativas; la realidad cooperativa y su futuro nos presentan diversos tipos de cooperativas en todas las áreas de la economía: de transporte, de consumo, de vivienda, de ahorro y crédito, multiactivas, en fin, todas las gamas de cooperativas.

En este sentido el problema no consiste en establecer una receta para normar que tipo de cooperativa constituir, sino, que la esencia radica en que cualquiera que sea la cooperativa que se constituyo de productores o de consumidores esta tenga en el centro de su acción la satisfacción de las necesidades vitales de un asociado: vivienda, salud, crédito, seguro, educación, etc.

6. Marco legal inadecuado y deterioro de las relaciones estado cooperativas.

Se está en presencia de uno de los problemas más complejos no sólo en el plano teórico sino en su realización práctica.

A partir de diferentes investigaciones realizadas en Cuba, donde el Estado juega realmente un verdadero papel de apoyo al cooperativismo, se han puesto al descubierto que son dos factores que afectan la gestión de las cooperativas; uno de carácter interno: el uso de los recursos materiales, financieros y humanos en la cooperativa y otro de carácter externo: las relaciones Estado-cooperativas.

A partir de la desintegración de la comunidad primitiva y del surgimiento del Estado, éste ha venido desempeñando distintas funciones dentro de la sociedad. Su presencia en la economía y las políticas han estado matizadas por diferentes posiciones, sujeta a las disímiles condiciones histórico-concretas de desarrollo de las fuerzas productivas en los distintos modos de producción.

En este marco las relaciones entre Estado y las empresas en general y con las cooperativas de forma particular, ocupan un lugar esencial, por cuanto dichas relaciones ejercen una gran influencia no sólo en la actividad socioeconómica de estos eslabones, sino de toda la sociedad.

Al evaluar estas relaciones, se observan posiciones que van desde un excesivo paternalismo hacia el cooperativismo, hasta posiciones de total indiferencia al cooperativismo; por lo que se impone la necesidad de redimensionar estas relaciones, en cuanto a que:

« El Estado garantice la presencia de una estructura institucional que:

a) Establezca una adecuada política en la que se conjuguen de manera armónica los intereses de las cooperativas con los intereses de la economía nacional en su conjunto.

b) Fiscalice, apoye y asesore la gestión de las cooperativas, estableciendo relaciones que permitan el desarrollo multilateral de éstas.

« La existencia de un sector cooperativo con autonomía, personalidad jurídica propia y en su marco legal que se desempeñe bajo los principios de la autosugestión.

7. Deficientes procesos de educación cooperativa.

Uno de los problemas esenciales que presenta el movimiento cooperativo a nivel internacional es la falta de un real y sistémico proceso de educación cooperativa que conduzca a la formación cooperativa de directivos, asociados, empleados, familia, comunidad, que contribuyan a una sólida formación ética, filosófica y técnica y que convierta al recurso humano en la principal fortaleza de este sector.

8. Falta de integración.

Uno de los problemas que más golpea al cooperativismo hoy y en general a la región es la falta de reales procesos de integración tanto horizontal como vertical, a nivel nacional y en el plano internacional.

Al evaluar la estructura del cooperativismo dejamos planteada la idea del «fortalecimiento» de los organismos de segundo tercer grado y un debilitamiento de la base; sin embargo, más allá de este proceso: Las confederaciones, federaciones, uniones, etc. no han logrado cumplir en toda su dimensión su rol en la integración del sector y sobre todo en generar acciones conducentes a fortalecer no uno u otro tipo de cooperativas (financieras o agrícolas), si no todo el sector cooperativo.

Las respuestas a estas preguntas pueden tener distintas posiciones, pero independientemente de esto la realidad es que se necesita fortalecer «La integración».

El movimiento cooperativo internacional está llamado a activar sus organismos de integración, lo más importante y más allá del papel que han venido jugando estos organismos y organizaciones; hay que plantearse el integrarse a los esfuerzos que se realizan por unir al Sur, por integrar, pero bajo los mismos principios que se predican de equidad, democracia, solidaridad, y justicia social y que hoy el ALBA ha recatado y se perfila como la verdadera Integración.

 

CONCLUSIONES

Los efectos de la actual crisis económica y financiera han acentuado la ya profunda brecha entre riqueza y pobreza condicionando la necesidad de buscar alternativas de salida a esta situación.

El cooperativismo latinoamericano y caribeño enfrenta hoy importantes retos ante la actual globalización neoliberal los que debe asumir y resolver, en su aspiración de convertirse en una real alternativa de desarrollo económico, productivo y social.

La naturaleza y esencia cooperativa como uno de los retos esenciales que debe enfrentar el cooperativismo en la región, se ha visto afectado en un número importante de cooperativas a partir de no lograr el necesario equilibrio entre el aspecto económico y social.

La formación de los recursos humanos y consecuentemente La educación cooperativa debe convertirse en la regla de oro del cooperativismo.

El necesario redimensionamiento de las relaciones estado-cooperativas debe convertirse en un motor impulsor de apoyo al cooperativismo.

 

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    Recibido: 15 de junio de 2014.
    Aceptado: 8 de julio de 2014.

    Claudio Alberto Rivera Rodríguez. Dr.C Director del Centro de Estudios sobre Desarrollo Cooperativo y Comunitario. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca.
    Correo electrónico: relcoop@upr.edu.cu