Revista Cooperativismo y Desarrollo, enero-junio 2018; 6(1): 41-52

Las cooperativas agropecuarias, opción para lograr la integración de la juventud rural al desarrollo territorial

The agricultural cooperatives, option for integration of rural youth people to local development

María Mercedes González Hernández1, Raymundo Vento Tielves3, Lázaro Rodríguez González

1Licenciada en Educación en la especialidad de Filosofía-Historia. Centro Universitario de Consolación del Sur. Universidad de Pinar del Río «Hnos Saíz Montes de Oca». Cuba. Correo electrónico: mercedes65@upr.edu.cu
2Profesor Investigador, del Centro de Estudios de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Universidad de Pinar del Río «Hnos Saíz Montes de Oca». Cuba. Correo electrónico: tielve@upr.edu.cu
3Licenciado en Educación en la especialidad Biología-Geografía. Profesor Instructor. Facultad de Educación Media. Universidad de Pinar del Río «Hnos Saíz Montes de Oca». Cuba. Correo electrónico: lazaro.rodriguez@upr.edu.cu

Recibido: 17 de enero 2018.
Aprobado:
24 de enero 2018.


RESUMEN

El presente trabajo expone las experiencias del Centro Universitario Municipal de Consolación del Sur en el accionar con los jóvenes del sector cooperativo, como parte del proyecto de innovación enmarcado en el Programa de Innovación Agropecuaria Local, en el eje temático de Jóvenes. Se reconoce que la permanencia de los jóvenes en el ámbito rural es una interrogante a nivel internacional y sobre esa base se cuenta en el municipio con el 37 % de la población en asentamientos rurales y 63 % en zonas urbanas, con una representación significativa de jóvenes. La permanencia de los jóvenes en el entorno rural constituye una gran preocupación, ya que conforman solo el 13 % de la fuerza laboral en el sector agropecuario. El objetivo trazado es proponer un plan de acciones que consolide a las cooperativas agropecuarias como la opción que incentiva la permanencia de la juventud rural en el campo, con la satisfacción de sus necesidades para una mejor calidad de vida. Los resultados obtenidos destacan el análisis realizado del rol de las cooperativas agropecuarias en la atención a la juventud rural, en virtud de lograr mayor pertinencia a través de la ejecución de un plan de acciones encaminado a fortalecer la participación de los jóvenes en el desarrollo local.

Palabras clave: cooperativas; agricultura; juventud rural; desarrollo local.


ABSTRACT

The present work exposes the experiences of the Municipal University Center of Consolacion del Sur, in the actions with the youth of the cooperative sector, as part of the innovation project framed in the Program of Local Agricultural Innovation, in the thematic axis of Youth. It is recognized that the permanence of young people in rural areas is an international problem and on that basis in the municipality there are 37 % of the population in rural settlements and 63 % in urban areas, with a significant representation of young people, but the permanence of young people in the rural environment is a great concern, since it constitutes only 13 % of the labor force in the agricultural sector. The objective is to proposition a plan of actions that encourages the permanence of youth in the rural environment, through their integration into cooperatives of agricultural production in contribution to the satisfaction of their needs and the improvement of their quality of life. The results obtained highlight the analysis carried out of the role of agricultural cooperatives in the attention of rural youth in order to significance greater relevance through the execution of a plan of actions intended at consolidation the participation of young people in local development.

Key words: cooperatives; agricultural; rural youth; local development.


 

INTRODUCCIÓN

Una de las prioridades nacionalmente establecidas por la dirección del país es la producción de alimentos, ahí se define la importancia vital de involucrar en la actividad agropecuaria a los pobladores del campo y en especial a sus jóvenes, en función de obtener la soberanía alimentaria para la supervivencia de la nación cubana.

De acuerdo con lo planteado por Díaz y Vento (2015), el proceso de evolución de la agricultura cubana se caracteriza por cuatro momentos importantes, determinados por las siguientes particularidades:

Primero: Hasta 1959 la producción agropecuaria cubana se caracterizó por la monoproducción, limitada básicamente al cultivo de la caña de azúcar y algunas producciones importantes de tabaco y ganadería, en sistemas de propiedad de la tierra a base de latifundios, con un desarrollo limitado de la tecnología y la mecanización agrícola, donde solo se reportaban 9000 tractores de baja potencia.

Segundo: Después del triunfo de la Revolución Cubana a partir de 1959, con el desarrollo de la Reforma Agraria se entrega la tierra a los campesinos y se desarrolla, con gran prioridad, la producción agropecuaria para satisfacer las necesidades crecientes de alimentación de la población. Sobre esa prioridad ya establecida, la dirección del país apostó por la aplicación de los modelos de agricultura agroindustrial, basados en el Modelo de Revolución Verde donde, con el apoyo del campo socialista, se incrementó significativamente la cantidad de tractores, alcanzando cifras superiores a 90 000 tractores de diferentes potencias en la década del 80, así como de la cantidad de implementos y combinadas agrícolas para la cosecha y mecanización total de los cultivos. Esta situación permitió lograr indicadores de países de primer mundo en los niveles de mecanización agrícola, el incremento de áreas cultivadas, la gran diversidad de producciones agropecuarias, el creciente empleo de fertilizantes, el desarrollo de obras de riego, el mejoramiento genético de plantas y animales, además de un uso intensivo de pesticidas, que requería de un alto consumo de energía en base al empleo de grandes volúmenes de combustible, además de la consolidación de formas de organización de la producción agropecuaria con la creación de empresas estatales y cooperativas agropecuarias, de distinto alcance.

Tercero: En los años 90, con la caída del campo socialista y la desaparición del Consejo de Ayuda Muta Económica (CAME), de la noche a la mañana la agricultura cubana se vio sin los insumos que permitían sostener el modelo de agricultura agroindustrial, unido al impacto negativo de ese sistema de producción en lo económico, energético, ambiental, social y cultural, que afectó a la mayoría de los países del mundo. Cuba se vio en la gran disyuntiva de transformar su modelo de producción agropecuaria o perecer.

Cuarto: Desde finales de los años 90 hasta las primeras décadas del siglo XXI ocurre una etapa de transición de la agricultura cubana hacia modelos más sostenible de orientación agroecológica, desarrollo de los programas de agricultura urbana y periurbana, fortalecimiento de la agricultura familiar, sistemas de producción más amigables con el medio ambiente y desarrollo de procesos de alta tecnología agrícola en los cultivos y producciones agropecuarias que así lo requieran.

El derrumbe del campo socialista, en particular la desintegración de la Unión Soviética, impactó gravemente en la economía y la seguridad de la Revolución Cubana, enfrentándola a una crisis sin precedentes. En estos años ocurrieron procesos de fragmentación de la estructura social, se reforzaron brechas territoriales y se consolidó la heterogeneidad en los distintos grupos sociales. Ya en la década del 2000 se dan estímulos significativos orientados al beneficio de los productores, al trabajo por cuenta propia y a una mayor descentralización de la agricultura, lo que disminuye la presencia estatal en el uso y tenencia de la tierra y acarrea una disminución del tamaño de la propiedad. En este escenario, la empresa estatal socialista continuará siendo la forma organizativa principal de la economía, pero se reconoce la importancia y la necesidad de fortalecer otras formas empresariales no estatales como las cooperativas, los pequeños agricultores, los usufructuarios y los arrendatarios (Rodríguez, 2017)

A partir de las formas de propiedad, se constata la existencia de un campesinado diverso y heterogéneo que se estructura en privado y agrupa a pequeños productores individuales y asociados a Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS); existe además un sistema socialista cooperativo que agrupa a campesinos y trabajadores agrícolas asociados a Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) (Herrera, 2015).

Desde el 2011, Cuba inició un importante proceso de transformaciones económicas, el cual se identificó como «Actualización del modelo económico». Este abarca a todos los sectores de la economía y, por tanto, presenta implicaciones también en lo político y lo social. Tales transformaciones quedan recogidas en los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Se puede afirmar que las transformaciones más profundas e importantes están relacionadas con el Sector Agropecuario, entendido como un sector económicamente decisivo y estratégico para la economía cubana. Además, hoy en día, en el proceso de actualización del modelo económico y social que lleva a cabo el país, se expresa que entre las principales prioridades se encuentra la atención de la población rural, en sentido general, y de los jóvenes rurales, en particular, como motor impulsor para el desarrollo que demanda el sistema socialista en Cuba (Rodríguez, 2017).

Los jóvenes constituyen un porcentaje considerable de la población rural y a menudo se encuentran en situación de desempleo o subempleo, a pesar de la necesidad de mano de obra en la agricultura. Los jóvenes rurales no perciben la agricultura como una profesión bien remunerada o prestigiosa y, mientras no encuentren oportunidades económicas significativas y entornos atractivos en las zonas rurales, continuarán migrando a zonas urbanas. Esta tendencia no solo contribuye al fenómeno emergente de la rápida urbanización y el aumento del desempleo en zonas urbanas, sino que también se espera que afecte a la producción alimentaria mundial. Invertir en las personas jóvenes que viven en zonas rurales es, por tanto, fundamental para aumentar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria y estimular las economías rurales (Haddad y Goemans, 2012).

La poca renovación generacional en la agricultura preocupa no solo en los países desarrollados sino crecientemente también en los países en desarrollo en todo el mundo (Dirven, 2016).

La familia en la sociedad rural juega un tradicional papel de pequeña empresa económica, donde la experiencia y el saber aplicado, verificado, acumulado y generalizado de los campesinos lo tienen los ancianos; la sostenibilidad de la equidad de género se logra considerando las edades más tempranas: aunque en la actualidad la juventud rural se encuentra entre diversas visiones que pueden negar o no la continuidad del devenir histórico familiar y desentenderse o no de las actividades agrícolas (Martínez, 2009).

En el caso Cuba, un país eminentemente agrícola, se produce una situación que complejiza el desarrollo de la actividad agropecuaria a nivel nacional, dado que solo el 20 % de la población vive en zonas rurales y el 80 % está integrado en núcleos urbanos. Esto pone en riesgo cualquier estrategia de desarrollo local en el sector agrícola que se desee desarrollar en los territorios rurales.

La investigación desarrollada tiene como objetivo proponer un plan de acciones que consolide a las cooperativas agropecuarias como la opción que incentiva la permanencia de la juventud rural en el campo, con la satisfacción de sus necesidades para una mejor calidad de vida.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Metodología desarrollada para ejecutar la investigación

Para el desarrollo de la investigación se trazaron las siguientes tareas:

1. Determinación de los antecedentes histórico-teóricos del proceso de evolución de las motivaciones de la juventud rural por el trabajo en las cooperativas agropecuarias, así como para conocer el estado del arte del rol de las cooperativas agropecuarias en el desarrollo de la agricultura en el territorio.

2. Diagnóstico de la situación actual de las cooperativas agropecuarias en el municipio de Consolación del Sur.

3. Elaboración de un plan de acciones para consolidar a las cooperativas agropecuarias como la opción que incentiva la permanencia de la juventud rural en campo.

Todo esto se desarrolla sobre la base de los aspectos metodológicos que fundamentan una investigación explicativa, que se centra en explicar la problemática de la permanencia y pertinencia de la juventud rural en sus entornos de residencia, así como las causas y efectos de su dinámica motivacional para integrarse a las actividades agropecuarias. Para ello será necesario explorar, describir y explicar la génesis de su comportamiento.

Tomando como fundamentos el método dialéctico-materialista, se utilizaron los siguientes métodos teóricos:

· Se utilizó el método histórico-lógico en el análisis de la bibliografía para la determinación de las principales particularidades del proceso de permanencia de la juventud rural en sus entornos de origen y su motivación por la actividad agropecuaria. Este método se empleó para establecer el marco conceptual y tendencial del problema investigado, lo que permitió determinar las principales manifestaciones del objeto de la investigación.

· El método sistémico estructural permitió determinar los componentes de la motivación de los jóvenes rurales a insertarse a cooperativas agropecuarias, sus relaciones y dinámica, así como su definición y el diseño de un plan de acciones para dar solución al problema planteado.

Como métodos empíricos se emplearon:

· El etnográfico, el cual fue utilizado para la determinación de las características culturales de la comunidad, descubriendo sus principales costumbres, comportamientos, valores de los jóvenes en las comunidades rurales del territorio.

· El método investigación-acción participativa es utilizado para la comprensión, interpretación, reflexión y transformación de la realidad de las motivaciones de los jóvenes rurales en relación con su permanencia e integración a estrategias de desarrollo de las cooperativas, priorizando siempre la participación, el diálogo, el consenso y la toma de decisiones.

· La observación participante se dirigió al reconocimiento de las problemáticas de la juventud rural en el municipio de Consolación del Sur, así como de sus características culturales, potencialidades y recursos disponibles para potenciar la solución de sus problemas.

· El análisis documental para caracterizar la dinámica del comportamiento de la permanencia de los jóvenes en los entornos rurales y la evolución del sistema cooperativo agropecuario en el territorio.

· Entrevista estructurada a los pobladores, líderes, funcionarios y jóvenes del territorio para constatar los problemas relacionados con la permanencia e integración comprometida de los jóvenes a los territorios rurales y su pertinencia en la solución de los problemas del desarrollo de sus comunidades.

Breve caracterización del sector agropecuario en territorio de Consolación del Sur

El municipio de Consolación del Sur se localiza sobre la llanura sur de la parte centro oriental de la provincia, limitando al norte con los municipios de Viñales, La Palma y Los Palacios, al sur con el Golfo de Batabanó, al este con el municipio Los Palacios y al oeste con el municipio Pinar del Río. Posee una extensión territorial de 1 111,90 km2 y una población, según censo 2012, de 88 055 habitantes para una densidad poblacional de 79.2 hab/km2, que lo sitúa en el segundo municipio más grande de la provincia de Pinar del Río (ver figura.1).

El municipio cuenta con 59 asentamientos de los que 53 son rurales y 6 urbanos, con 30 890 y 58 060 habitantes respectivamente. El grado de urbanización es del 65.7 % ubicándose en los asentamientos de Consolación del Sur, Alonso de Rojas, Entronque de Herradura, Herradura, Pilotos y Puerta de Golpe. La cabecera municipal asienta el 32.3 % de la población del territorio. La estructura de la población tiene un comportamiento parecido al promedio del país, concentrando el 17.5 % de la población en grupos de edades comprendidas entre 0 y 14 años, un 63.5 % responde al grupo de 15 a 59 años y un 18.9 % al intervalo de 60 años y más. En el territorio existe una estructura administrativa de 13 Consejos Populares, el sector más abarcador de la economía es la agricultura; el mismo constituye gran fuente de empleo para los residentes. Dentro de sus ramas fundamentales se encuentra la producción y comercialización de tabaco, para ello existen dos fábricas especializadas en este indicador.

Otros renglones que sobresalen por sus volúmenes de producción son el arroz, cultivos varios (viandas y hortalizas fundamentalmente) y la ganadería (obtención de leche y carne), representada con la Empresa Pecuaria Genética Camilo Cienfuegos (PDI 2017).

El 65.6 % de la población reside en las zonas urbanas y el 34.4 % lo hacen en zonas rurales, con una representación significativa de jóvenes; la permanencia de los jóvenes en el entorno rural constituye una gran preocupación, ya que conforman solo el 13 % de la fuerza laboral en el sector agropecuario.

La propiedad de la tierra se destaca por el predominio de la tenencia estatal del suelo, pertenece al Sector Privado el 44.0 % con 49321.56 ha y al Sector Estatal el 56.0 % con 60 912.39 ha. Existen altas reservas de productividad dadas por los bajos rendimientos por cultivos y el alto potencial de tierras ociosas que asciende a 9 484.23 ha. En el sector agropecuario el 36 % de los trabajadores tienen edad inferior a los 40 años, el 36 % tienen edades comprendidas entre los 41 y 50 años y el 28 % están por encima de los 50 años; incluso, el 5 % están por encima de los 60 años. Eso demuestra que la fuerza de trabajo de la agricultura en este municipio está envejecida y se hace necesario un trabajo intencionado con la juventud rural que pueda potencialmente incrementar las posibilidades de satisfacción de la demanda de fuerza de trabajo en ese sector de vital importancia en el municipio (PDI, 2017).

Según el Plan de Desarrollo Integral del Municipio de Consolación del Sur para el 2017, el sector cooperativo se destaca en la Producción de Tabaco con 26 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), 12 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y una Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC). En el Programa de Cultivos Varios cuenta con una Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA), ocho Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y una Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC), lo que hace un total de 34 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), 13 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y dos de Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC).

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El papel de la juventud rural en las cooperativas

En Cuba, como en el mundo, el sector cooperativo ha tenido su aparición y desarrollo desde hace algunos años. Este sector ha mostrado que el trabajo en colectivo, cooperado, puede llegar a satisfacer las necesidades de sus socios, familias, comunidad y sociedad, así como el logro de los objetivos que se traza en estas entidades.

Una de las prioridades nacionalmente establecidas por la dirección del país es la producción de alimentos, donde se define la importancia de involucrar a la actividad agropecuaria a los pobladores del campo, y en especial a sus jóvenes, en función de obtener la soberanía alimentaria.

No es un secreto que la permanencia de la juventud rural en el campo es inconsistente y no exenta de riesgo, ya que por diferentes motivos los jóvenes emigran a las ciudades en busca de mejores opciones laborales y, además, porque no ven en el trabajo agrícola la solución de sus problemas, unido al desarrollo de un nivel cultural que les hace buscar mejores opciones de empleos y vocaciones profesionales más atractivas.

Actualmente, el análisis de los procesos sociales implicados en la transformación de la agricultura constituye uno de los ámbitos principales del «Proceso de actualización del modelo económico». A las medidas antes mencionadas se unen otras vinculadas al sistema tributario y crediticio; son una oportunidad para que los jóvenes rurales fomenten iniciativas y estrategias socioproductivas y de ofertas de servicios y diversifiquen las fuentes de ingresos personales y familiares con la entrega de tierras en usufructo. A su vez, las cooperativas se definen como una de las formas empresariales no estatales que deberán convivir con la empresa socialista en el nuevo modelo económico que está por instituirse (Rodríguez, 2017).

Para Haddad y Goemans (2012), las cooperativas deben prestar atención a la juventud, especialmente en materia de representación y gobernanza. Deben crearse secciones juveniles en las cooperativas mixtas y deben abordarse las desigualdades de género para garantizar la participación activa de las mujeres jóvenes. También se debe facilitar la creación de cooperativas de jóvenes. Las cooperativas, los gobiernos y la comunidad internacional deben desempeñar un papel proactivo para mejorar la imagen y la percepción de la agricultura. Las cooperativas pueden constituir una plataforma para compartir o mostrar experiencias satisfactorias de los agricultores o para establecer vínculos entre mujeres y hombres jóvenes, las instituciones educativas y las escuelas agrícolas.

En un país de larga tradición agraria, y que hoy se pretende reactivar con ciertas políticas económicas, la juventud rural constituye un sector primordial en lo que se refiere al relevo de las fuerzas productivas y del desarrollo nacional (Rodríguez, 2017).

Los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba establecen en el lineamiento 198, priorizar la adopción de medidas que incentiven la incorporación y permanencia de jóvenes al sector agropecuario; en particular propiciar la entrega de tierras en usufructo como vía de empleo.

Según Bombino (2015), la población joven constituye una importante potencialidad con la que cuenta el país para enfrentar los retos del desarrollo rural integral y endógeno. Representan casi la cuarta parte de la población de las comunidades rurales y muestran elevados índices de formación. Además, los jóvenes rurales son intermediarios de conocimientos y prácticas innovadoras científicas y tradicionales provenientes de la transmisión familiar, que les permite una mayor adaptabilidad a los cambios socio-técnico-productivos y facilita su inserción laboral.

La inserción laboral de la juventud en las labores agrícolas suscita cuestionamientos desde lo popular, lo político y lo académico a raíz de las transformaciones realizadas en el sector agropecuario. Los debates y análisis, durante los últimos tiempos, han tenido como eje central el envejecimiento del campesinado, la necesidad de renovar la fuerza de trabajo y elevar la producción nacional de alimentos con el objetivo de sustituir importaciones. La entrega de tierras estatales ociosas en usufructo ha estado orientada hacia estos fines y ha permitido, además, reducir las tierras improductivas e incentivar la permanencia e inserción de jóvenes en la agricultura (Ortega, 2015).

Las cooperativas pueden reconocerse como agentes y espacio de socialización para los jóvenes, así como una entidad educativa y laboral. El vínculo temprano de los jóvenes con las organizaciones colectivas, les permite acceder y desarrollar redes sociales para el intercambio de saberes, prácticas y experiencias, con productores de diferentes generaciones (Bombino, 2015).

Plan de acciones para incrementar la permanencia e integración de los jóvenes al movimiento de cooperativas agropecuarias

El desempeño de las Cooperativas Agropecuarias debe contribuir al incremento de la permanencia y compromiso de los jóvenes en el sector cooperativo y rural, a través del fomento de la motivación de la juventud por el trabajo en su medio natural, en satisfacción de sus necesidades; así como la incorporación de los jóvenes de manera activa en la toma de decisiones, que lo hagan sentirse parte y actores de las metas trazadas y los objetivos previstos en la entidades cooperativas, que contribuyan a la mejora de su calidad de vida y de sus familias.

Para consolidar este objetivo a seguir por las cooperativas, se propone un plan de acciones dentro del sector cooperativo y con la participación del Centro Universitario Municipal (CUM) y otros actores del territorio, que contribuya a consolidar el papel de las cooperativas como una opción importante para la juventud rural en la solución de sus problemas y necesidades más prioritarias, que motive de manera sentida su permanencia e integración a la actividad productiva de estas entidades en contribución del desarrollo local sostenible de sus comunidades.

Con el objetivo de lograr la consolidación del desempeño de las cooperativas agropecuarias en el trabajo con la juventud rural, que garantice su permanencia y vinculación comprometida a la actividad productiva de estas entidades, se propone el siguiente plan de acciones:

Plan de acciones

1. Realizar un diagnóstico y caracterización de la juventud rural de la cooperativa especificando:

· Composición de la estructura juvenil de la cooperativa por grupos etarios juveniles.

· Nivel de escolaridad de los jóvenes y cumplimiento de sus responsabilidades educativas para su formación en una educación general.

· Determinar las necesidades de los jóvenes en función de sus proyectos de vida para la solución de sus necesidades y aspiraciones para una mejor calidad de vida.

· Analizar y estimar el relevo generacional familiar y de la comunidad.

2. Desarrollo de actividades para integrar a los jóvenes a la vida productiva y social de la cooperativa, estableciendo tareas en:

· Encuentros con jóvenes del territorio explicando las ventajas y posibilidades de trabajo en las cooperativas agropecuarias.

· Talleres debates para discusiones abiertas y participativas con jóvenes, líderes, funcionarios de cooperativas y miembros de la comunidad en busca de alternativas de vinculación de los jóvenes a la actividad productiva de las cooperativas en satisfacción de sus necesidades y aspiraciones de mejora de vida.

· Intercambios de ideas para fortalecer los proyectos de vida de los jóvenes rurales en vinculación a las cooperativas agropecuarias.

3. Aprovechar el conocimiento de los líderes y trabajadores de mayor experiencia para la transmisión del patrimonio cultural campesino, en atención a:

· Desarrollar encuentros con los pobladores de mayor experiencia de la comunidad para incentivar y reconocer su aporte como fuente de saber de las tradiciones, ética y cultura campesina, que contribuya a la formación de valores y tradiciones campesinas entre los jóvenes rurales y jóvenes en general de la comunidad.

· Desarrollar encuentros entre jóvenes, productores líderes y campesinos de mayor experiencia en las cooperativas para intercambiar, trasmitir experiencias y conciliar las nuevas formas de visión de la vida actual para consolidar la tradición y la ética campesina.

4. Integración de los jóvenes en la toma de decisiones y proyecciones de estrategias de desarrollo de la cooperativa y la comunidad, en atención a:

· Trazar estrategias para formar, consolidar y garantizar la capacidad de dirección de los jóvenes rurales para su inserción en las juntas directivas de las cooperativas.

· Garantizar la incorporación de los jóvenes a las juntas directivas de las cooperativas sobre la base de su formación y crecimiento en valores éticos, de responsabilidad, disciplina y honestidad.

· Permitir la participación motivada, natural y consciente de los jóvenes como parte del colectivo de la comunidad de la cooperativa, en la toma de decisiones, trazado de las proyecciones y estrategias futuras de desarrollo local de la entidad y la comunidad.

5. Atender la capacitación de la juventud rural en atención a sus necesidades formativas y proyectos de vida, con prioridad en:

· Desarrollar acciones en coordinación con el Centro Universitario Municipal y como interface entre otras instituciones del territorio, para la capacitación y formación de los jóvenes en temas como:

- Ética

- Valores

- Educación formal

- Formación de sus proyectos de vida

- Formación en gestión de la Innovación y carácter proactivo

- Trabajo en equipo

- Liderazgo

- Buenas prácticas agrícolas

- Innovación Agrícola Local

- Desarrollo Rural Sostenible

6. Atención a sus proyectos de vida, con énfasis en:

· La Dirección de la cooperativa debe acompañar a los jóvenes de manera intencionada, en el seguimiento de sus proyectos de vida, para contribución a su formación académica, laboral, social y satisfacción en su bienestar espiritual.

· Formar en los jóvenes el sentido de luchar por sus metas y proyectos de vida, con un enfoque humano y de bien social, sin menospreciar la satisfacción de sus necesidades y aspiraciones personales.

Coincidiendo con lo planteado por Haddad y Goemans (2012), las cooperativas agrícolas han demostrado ser un mecanismo eficaz para atraer a las personas jóvenes a la agricultura, a la vez que aumentan las oportunidades de empleo juvenil a través de actividades en las explotaciones agrícolas y fuera de ellas, contribuyendo de manera decisiva a la satisfacción de sus proyectos de vida.

El trabajo desarrollado constituye una herramienta que permite transformar la realidad de la vida de las juventudes rurales, al dirigir y orientar la conducta individual de los jóvenes ante los problemas que se le presentan en su comunidad, así como el desarrollo de acciones que incrementen la sensibilización y motivación de los mismos por mantener la tradición campesina de sus familias.

El plan de acciones desarrollado en el eje temático de Jóvenes, permite alcanzar resultados importantes en la incorporación de la juventud rural a las actividades de producción agropecuaria, sobre la base de lograr una continuidad natural de trasmisión del saber campesino de generación a generación, garantizando así que se preserve la cultura campesina.

Las acciones propuestas son válidas para otros contextos y comunidades, siempre que se atiendan las características de los jóvenes en los espacios de actuación de las cooperativas agropecuarias.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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